jueves, 18 de diciembre de 2014

Dos personas...




Dos personas no pueden encontrarse 
antes de estar maduras para su encuentro... 
obedeciendo la ley irrevocable de sus destinos,
 de sus estrellas, 
de la misma manera que se encuentran dos astros, 
en la infinitud del universo, 
con una exactitud perfectamente determinada,
 en el instante previsto, 
en el instante que pertenece a los dos,
 en la infinitud del espacio y del tiempo..."

Sándor Marai, La herencia de Eszter
"Of all the gin joints in all the towns in all the world, she walks into mine." Casablanca

3 comentarios:

Vicente Corrotea dijo...

No soy pesimista pero puedo decir con un grado de dolor que los seres humanos o no maduran o se conforman por encontrar asteroides que luego dejan por no reunir algunas condiciones.
Abrazos navideños.

Ana dijo...

"En la vida nada llega a tiempo, la vida nunca te da nada cuando lo necesitas" Sándor Marai

Rosa dijo...

Sí, es así, todo está perfectamente determinado. No porque no tengamos libertad, Dios es tan grande que nos la ha dado, la fe es confiar y es respuesta a ese infinito Amor. Cuando estamos preparados, cuando dejamos que Dios anide en nuestro interior, se produce, y entonces, vamos comprendiendo su inmenso Amor. Él y solo Él actúa. Todo sucede justo en el momento,
cuando estamos preparados, porque solo Él sabe lo que necesitamos (lo comprendemos con el tiempo o de repente, nunca totalmente, no hay fórmulas precisas, Dios responde a cada uno de nosotros, individualmente, en nuestro interior, ¡es Dios!). Solo Él sabe exactamente el porqué, nadie más. Es Padre y Madre, por encima de todo lo que podamos imaginar. Cuando lo atisbamos, mínimamente (lo subrayo), le damos gracias, y surge, de dentro, la oración. Lo he comprendido, mínimamente,(¡es Dios! cómo voy a ser capaz de comprender su inmensidad) cuando comencé a rezar el Rosario

¡Es precioso!

Un beso grande, querida Beatriz.

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