miércoles, 12 de diciembre de 2012

Escribir



Un escritor es algo extraño.
Es una contradicción y también un sinsentido. 
Escribir también es no hablar. 
Es callarse. Es aullar sin ruido. 
Un escritor es algo que descansa, 
con frecuencia, escucha mucho. 
No habla mucho porque es imposible hablar a alguien 
de un libro que se ha escrito 
y sobre todo de un libro que se está escribiendo. 
Es imposible. Es lo contrario del cine, 
lo contrario del teatro y otros espectáculos. 
Es lo contrario de todas las lecturas. 
Es lo más difícil. Es lo peor. 
Porque un libro es lo desconocido, 
es la noche, es cerrado, eso es. 
El libro avanza, crece, avanza hacia su propio destino 
y el de su autor, anonadado por su publicación:
su separación, la separación del libro, 
como el último hijo, siempre al más amado. 
Un libro abierto también es la noche.

Marguerite Duras
Pintura: Harold Knight

11 comentarios:

SIL dijo...

Es aullar sin ruido.
Y también la noche.



Precioso.


Un beso



SIL

Anónimo dijo...

Beatriz:
Marguerite Duras nos dice desde la mirada y el sentir del escritor, del creador agazapado en su interior y frente al papel en blanco. Y sí, parece que es así de duro hasta que le dan fin y nos lo dicen frecuentemente. Pero para el lector, un libro es un talismán, una cajita mágica que abrimos procurando no profanarla y nos ayuda a ver crecer la felicidad o el dolor, tal vez la duda y, casi siempre la ciencia.
Y el cuadro de “Harold Knight”, bellísimo, ilustra a la perfección y se hermana al texto de la escritora.
Un libro es pura alegría.
Gracias, Beatriz, por una entrada tan esencial.
Un abrazo,
Cecilio

Beatrice dijo...

Gracias Sil, gracias Cecilio.

Me pareció hermoso este texto de M. Duras. Y coincido: "un libro es pura alegría"

¡Qué lo escuchen los Reyes!

Eva Ferrer dijo...

Es la perfecta unidad de algunos creadores, la conciencia inimaginable e insoportable "toda mi obra es producto de la soledad", escribe Kafka), de ser literatura, de que no hay nada más allá de su límite, de que el único sentido de todo es, al final, "hallar en el vacío oscuro un lugar donde recibir el haz de luz en su completa intensidad", como dice en uno de sus cuadernos en octavo. No importa que no se entienda, sólo hay que decirlo, una vez tan sólo, a quien menos lo acepte, en la profunda certidumbre de que ésa es la única manera de no sentirse solo, aun una vez, una sola, en la vida.
Me emociona comprobar como los grandes escritores coinciden en definir lo indescriptible .
Un abrazo.

Marcelo dijo...

Qué bello! No me gustan los escritores histriónicos. En realidad no es que sea incompatible el histrionismo con la escritura, digo que no es necesario.

El Observatorio dijo...

Bonito blog! Preciosa foto y fantástico texto de Marguerite Duras.
Que bonitas estas cosas!

Beatrice dijo...

Hay coincidencia Eva, sin dudas.
Gracias por tu enriquecedor comentario.

Beatrice dijo...

Gracias Nebulosa y bienvenida.

Beatrice dijo...

A mí tampoco me gustan, Marcelo.
Me gustan los honrados, los realistas, los sencillos...

ana maría parente dijo...

Como hablar del espejo de nuestra propia alma no?

Claudia AB dijo...

Perdón me sigo quedando...:-)con respecto a esta entrada,me dan ganas de opinar(espero que no moleste. Un día un familiar mío me dijo que el acto de escribir " es un acto no solamente solitario sino que terriblemente egoista, porque uno no escribe para lo demás, escribe para uno mismo". Yo diría que es la necesidad vital del introvertido,de extraer fuera de sí, mundos paralelos que cohabitan en un lugar demasiado pequeño.

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