sábado, 10 de diciembre de 2011

El espiral de la llama


Muchas veces de noche
Le gustaba leer
A la luz de una vela
Y solía pasar
La mano por la llama
Para seguir convencido
Que aún estaba vivo

Desde el día de su muerte
Está siempre a su lado
Una vela encendida
Pero ya no se atreve
A tocar su llama.
____________________________

Pointe de flamme

Tout le long de sa vie
Il avait aimé à lire
Avec une bougie
Et souvent il passait
La main dessus la flamme
Pour se persuader
Qu'il vivait,
Qu'il vivait.
Depuis le jour de sa mort
Il tient à côté de lui
Une bougie allumée
Mais garde les mains cachées.


Teillier. Versión libre del poema de Jules Supervielle

Pintura: Ilsted

9 comentarios:

Marcelo dijo...

Me recordó a Madame Bovary

Tanhäuser dijo...

No conocía ese poema. ¿Qué te sugiere?

mientrasleo dijo...

Preciosa palabras para empezar el día

Beatrice dijo...

¿Por lo del fuego Marcelo? o ¿por querer sentirse viva tocando la llama?

Ana dijo...

Saber que sigue vivo, que ni Santo Tomás pudo otorgar mayor nitidez.

Beatrice dijo...

Seguro que la lectura la transportaba a otro mundo, a ese en que "no" hay que ver para creer.
Luego pensaba que ya no estaba allí donde estaba su cuerpo.

Cuando yo era niña y leía, no escuchaba a nadie, mi madre decía "déjenla, se fue a la China".
Con los años y los problemas, puedo leer, escuchar la tele que ven otros, el "ruido" que hacen los hijos y...todo simultáneamente.

AKZ dijo...

Inquietante poema.
Sutil desafío a constatar lo inasible, sabiendo que a veces preferimos mantener la poética tibieza de la duda.

Un tema para meditar.
AKZ

Clarissa Rodriguez dijo...

Que bellos versos!
Tienen el secreto o el misterio de los ritos amorosos.

Un abrazo amiga
Feliz fin de semana!

ana maría parente dijo...

Quien puede decir si no se deleita pasando el dedo por la llama sin ya quemarse jamás o quizás muy triste porque ya no se quema ,señal que no està vivo.....

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